Miradores, fiestas, doctorados y Maslow | Granada


Este fin de semana ha sido uno de intensa actividad.

El sábado salí con un amigo francés y subimos al Mirador de San Nicolás, que ofrecía una vista espectacular de la Alhambra. El Mirador de San Nicolás se encuentra en el famoso Albaicín. El Albaicín es un barrio en Granada que fue uno de los núcleos antiguos de la ciudad cuando estaba en manos musulmanas. Es un barrio con calles estrechas y casas con fachadas idílicas.

Después de haber llegado al Mirador de San Nicolás, decidimos continuar y subir al más elevado de los miradores de Granada; el Mirador de San Miguel Alto. El sol brillaba intensamente y fue la primera vez que me dio calor desde que llegué a Granada. Cuando finalmente llegamos, después de haber subido los caminos empinados que llevan hacía el mirador, estaba exhausto. Tratando de mantener mi compostura y no echarme al suelo y quedarme ahí tres horas hasta recobrar fuerzas, tomé un poco de agua de una fuente. Al recobrar la conciencia y el aire, pude admirar la belleza de la ciudad que está rodeado de montañas cubiertas de nieve. A la izquierda se veía el Generalife y la Alhambra, y justo debajo de donde estábamos se veía el Albaicín, era una vista impresionante.

Vista de Granada desde el Mirador de San Miguel Alto.

La Alhambra.

Portal de una casa en el Albaicín.

Terminamos nuestra aventura del día visitando el palacio de los Córdova y regresando a la plaza Bib-Rambla, que está en el área metropolitano, cerca de donde ambos vivimos.

Además de aquella aventura por la ciudad de Granada, el sábado también celebramos el cumpleaños de dos de mis compañeras de piso. Después de festejar en casa fuimos a un bar de karaoke donde cantamos de todo, incluyendo Pink, ABBA e incluso Isabel Pantoja. Fue una noche de risas y regresamos a la casa a eso de las cuatro y media de la mañana con ganas de dormir hasta el lunes.

¿Por cierto, me crees si te digo que a mi profesora de Historia Moderna no le gusta su trabajo? Se enoja si le hacen preguntas y acaba con todos que quieran aportar un comentario en clase. Y por si faltaba más, hace dos semanas nos dijo que leyéramos un fragmento de un libro y durante la clase quería que le dijéramos de forma cronológica lo que se decía en cada párrafo. Es una pena que nadie le ha dicho que leer un fragmento y estudiarlo son dos cosas distintas. Cuando uno lee, puede mencionar en grandes líneas las ideas y el objetivo del autor, pero es casi imposible (a lo menos que tengas una memoria fotográfica) saber en detalles todo lo que se menciona. Pero bueno, supongo que un doctorado no es igual a saber algo sobre la educación. Si me llega a molestar le pediré que me mencione la jerarquía de las necesidades humanas según la pirámide de Maslow, a ver si se acuerda. Que jodida, la verdad.

Pero bueno, en otras noticias, mis profesoras de hebreo bíblico y árabe clásico son un amor. Y el señor que me da literatura hispanoamericana es un ejemplo a seguir.

Gracias por leerme y hasta la próxima.

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